Las regiones del noreste de China presumen de un rico tapiz de historia, cultura y costumbres. Estas tradiciones, profundamente arraigadas en los ritmos de la naturaleza y la sencilla vida campesina, encuentran una voz fresca en las cadencias de “Bis: Pañuelo” interpretadas por la Orquesta Sinfónica de Shen Yun. Esta pieza, elaborada por el talentoso compositor Junyi Tan y llevada a la vida bajo la batuta del director Milen Nachev, resume el espíritu de las costumbres milenarias y transmite la energía de los rituales comunitarios, que han sido transmitidos y desarrollados a lo largo de las generaciones.
Antes de adentrarnos en los detalles de esta sinfonía, armémonos con algunos conocimientos previos.
Comprendiendo la Danza del Pañuelo
El baile probablemente se originó a partir de las prácticas populares de los chinos Han y de los grupos étnicos minoritarios que residen en el noreste de China. Estas comunidades, que viven en armonía con la naturaleza, utilizaban la danza y las canciones para marcar la transición entre las estaciones, celebrar la abundante cosecha y honrar los eventos tradicionales de la comunidad. En este contexto, el pañuelo –un objeto cotidiano, familiar y versátil– se convirtió naturalmente en un accesorio en estas celebraciones, simbolizando buena suerte y prosperidad, y expresando un deseo de condiciones climáticas favorables y cosechas abundantes.
En el ambiente jubiloso de días festivos, el pañuelo, gracias a su practicidad y valor simbólico, se incorporaba a los bailes para aportar un toque visual y mayor expresividad. Con el tiempo, estos bailes improvisados se formalizaron en la danza del pañuelo, incorporando movimientos específicos que imitan vívidamente los elementos naturales, la vida agrícola y el profundo vínculo entre la gente y sus tierras ancestrales.
La danza comienza
La obra «Bis: Pañuelo» comienza con un ritmo esperanzador, como cuatro pasos decididos hacia adelante. Como si ganara impulso, cada compás (1-2-3-4) avanza hacia adelante, con el pie trasero siguiendo al pie delantero. Esto da lugar a una melodía que guía, la cual luego explota en una danza llena de pasión, con una velocidad más rápida y cautivadora. Suena como si cada grupo de bailarines, en perfecta unión, formara un giro continuo que se eleva sin cesar. Cuando los violines sueltan una serie de notas en rápida sucesión, como el ritmo de caída libre, se percibe el espíritu del artista liberado en ese instante.
El ritmo del festival
Tradicionalmente, los bailarines se mecían al ritmo de percusión de tambores, trompetas y gongs. En ((0:28)), esta atmósfera se recaptura perfectamente cuando resuenan los tambores y gongs, llevando el espíritu festivo e invitando a todos a bailar y compartir alegría.
La resonancia de los clarinetes y las flautas crea una melodía suave, pero no menos alegre, que recuerda a las animadas conversaciones después de un día de cosecha. Esta coordinación expresa la cohesión y la armonía, y refleja de manera clara el espíritu comunitario de los habitantes del noreste.
A mitad de la pieza, las melodías de la naturaleza despiertan y comienzan a bullir. El golpeteo rítmico de los xilófonos pinta una escena de mañanas besadas por el rocío. Estos sonidos claros y flexibles evocan la imagen de gotas de rocío que caen tiernamente sobre las hojas o de un riachuelo que murmura. Con una ligera variación al final de la melodía, nos acerca a la identidad natural local, creando un toque de atmósfera folklórica y sirviendo de puente para la transición de la pieza.
Melodía de la Naturaleza
((0:44)) La orquesta nos conduce suavemente a un campo rural y pacífico. Ante nuestros ojos se extienden campos de arroz dorados a la luz cálida del sol, donde violines y cellos entrelazan artísticamente este paisaje con melodías armoniosas. Intercalados en este espacio musical, los clarinetes y las flautas imitan hábilmente el canto de los pájaros al final de cada ciclo melódico. Estos sutiles detalles musicales insuflan vida al cuadro, acentuando no solo la majestuosa belleza del conjunto, sino también los detalles más finos y intrincados.
((0:56)) Una vez más, las trompetas vuelven a despertar la melodía tradicional de la danza. Esta vez, la danza añade una capa extra de significado, que genera un sentimiento de alegría y clara satisfacción. Los oyentes pueden imaginar cómo se apilan los granos de arroz, capa sobre capa, lo que simboliza los ricos tonos de la trompeta. Esta representación inspira esperanza en una cosecha abundante, que encarna la abundancia y la prosperidad de la tierra.
Alcanzando el clímax
((1:08)) Hacia el clímax de la pieza, la orquesta vuelve a enfatizar el tema principal—la danza tradicional llena de vitalidad y energía. Profundizando en la estructura de la pieza, descubrimos que la melodía no solo es vibrante, sino que también irradia unidad, al igual que la naturaleza integral de la danza del pañuelo. Los aspectos únicos de las técnicas de danza dicen por sí solas mucho. Por ejemplo, los pasos ágiles y persistentes simbolizan la tierra, combinados con los movimientos suaves de la parte superior del cuerpo, que evocan la imagen de agua fluyendo o de una nube flotante. Esto también puede reflejar la combinación entre la realidad y los sueños lejanos. Tales conexiones forjan un vínculo profundo entre la danza y su tierra natal, particularmente en los movimientos que celebran la vida agrícola.
((1:19)) Los clarinetes, las flautas y los fagotes parecen elevar al público, preparando el escenario para un clímax radiante, mientras que toda la orquesta incrementa gradualmente su entusiasmo. Cada músico e instrumento vierte todo su corazón en este crescendo.
El resonante sonido de la campana se fue introduciendo gradualmente. No solo marca el clímax de la sinfonía, sino que también irradia una energía fresca por toda la orquesta.
A medida que se acerca el final, toda la orquesta continúa elevando el tono y amplificando la intensidad. El ritmo es rápido e intenso, pero conciso y decisivo, expresando el carácter resuelto de la gente del noreste. Su optimismo y los vibrantes sonidos de sus tambores infunden fervor en los oyentes, empoderándolos para enfrentar los desafíos de frente. En este aspecto, la música no solo rinde homenaje a la determinación inquebrantable, sino que también inspira a quienes se sumergen en sus melodías a confrontar las dificultades con un celo similar.
Además, cuando se habla del arte tradicional en la región del noreste de China, esta no es la única obra de Shen Yun que explora este tema. Otra obra notable, compuesta por el director artístico D.F. y arreglada por Jing Xian, también refleja sentimientos y elementos temáticos similares. Si te interesa explorar más a fondo esta cautivadora pieza, he escrito una reseña detallada sobre ella en otra publicación.
Para aquellos que aman y desean experimentar el mundo musical de Shen Yun, sus obras, incluidas las maravillosas obras mencionadas anteriormente, se pueden disfrutar en línea en Shen Yun Creations (Shen Yun Zuo Pin).